Cualquier semilla, cereal o leguminosa en contacto con agua, oxigeno y calor adecuado germina. Son plantas en sus primeras etapas de crecimiento y desarrollo.
Ya en la antigua china se utilizaban los germinados terapéuticamente y a lo largo de la historia han tenido gran importancia, sin embargo hace pocos años que en occidente se toma en cuenta su poder nutricional.
En nuestros platos incorporamos nuevos sabores y texturas.
Son una fuente extraordinaria de aminoácidos, vitaminas, minerales, enzimas y de otros nutrientes esenciales.
Al germinar contribuimos a la eliminación de antinutrientes como (inhibidor de la tripsina, ácido fítico, pentosán, taninos)
Los germinados de soja y guisantes contienen un 27% de proteína comparable con la carne, la leche y los huevos pero no contiene grasa, ni hormonas…
Tips para comer germinados
Hay varios métodos de germinación. Os muestro uno básico con un tarro de cristal.
Sumergir en agua las semillas durante 24 horas.
Escurrimos las semillas hidratadas y las dejamos en un tarro de cristal, tapando la boca con un paño a una temperatura de unos 25º con el recipiente inclinado oblicuo y boca abajo. Siempre aireado.
Hay que humedecer cada día las semillas una o dos veces hasta que veamos su germinación.
Dependiendo de la semilla cereal o legumbre, tardarán de 3 a 7 días en germinar.
Pasado este tiempo están listas para su consumo. Podemos guardarlas bien escurridas en un frasco de cristal en el frigorífico. ¡A disfrutar!