Hoy te traigo la receta de un potaje de garbanzos. Me gustan los potajes, las cremas, las sopas todo lo que pueda comer con la cuchara me encanta, me sienta bien y en invierno mi estómago lo agradece.
Hace días que llueve, el tiempo es frío y desapacible sin embrago cuando me pongo un plato caliente delante parece que el día es mejor.
En la medicina china sabemos que en invierno debemos alimentarnos con comida más caliente, más templada, cocciones largas y lentas, comidas especiadas para estimular la energía yang.
El potaje es un guiso hecho con legumbres, verduras y otros ingredientes que se come especialmente los días de vigilia o cuaresma, está es la definición exacta de este manjar.
Los pucheros que también se les llama a los platos de cuchara son entrañables, son aromas de cocina, en esta estancia es dónde se reunía la familia al calor de la lumbre, todo era más lento, más auténtico.
El potaje ha sido comida de pobres y también de ricos, solo cambiaban los ingredientes, antaño la clase pudiente ponía excesos de carne con los vegetales y el pueblo se conformaba con algunos restos de carne, mucha verdura y legumbres.
Las tradiciones católicas decían que en cuaresma se eliminaba la carne, así que quedaba un potaje más ligero y seguro más saludable. La historia ya nos cuenta que los reyes y los ricos padecían gota que no es otra cosa que ácido úrico por ingesta excesiva de proteína animal.
La receta que te propongo es sana, con todos los nutrientes para que comas un plato muy equilibrado.
Ingredientes:
Elaboración:
*En esta receta he puesto el comino y las hojas de laurel para ayudar a la digestión de las legumbres, el comino es carminativo, si no te gusta puedes poner clavo que también lo es.