Trabaje muchos años el servicio de pediatría y como es lógico veía muchos niños unos más gorditos que otros, pero sinceramente no llamaba la atención el porcentaje según mi percepción, sin embargo, últimamente esta apreciación no es la misma que hace unos 20 años, según la OMS las cifras dan pavor.
La obesidad infantil está considerada como la pandemia del siglo XXI en Europa y en España en particular. Parece ser que el crecimiento de niños con sobrepeso aumenta más en Europa que en América dónde la tasa de obesos es muy llamativa. Hemos adoptado una dieta muy poco saludable basada en grasas saturadas, exceso de carne y de hidratos de carbono.
Llama la atención esté aumento en España teniendo en cuenta nuestra dieta mediterránea.
Los estudios dicen que uno de cada dos niños españoles tiene exceso de peso, este dramático aumento es debido a cambios de alimentación y llevar una vida más sedentaria.
No podemos desvincular el sobrepeso a factores genéticos que, si los hay, generalmente los niños con ese problema tienen padres con sobrepeso, el peso de la madre en el embarazo también favorece al sobrepeso infantil.
El ritmo de vida acelerado que se lleva hoy en día hace que se tire de comida precocinada, comida rápida, muchas frituras, de grasas y muchos hidratos de carbono, como vemos la tendencia va hacía una alimentación desnutrida con excesos de azúcar que es un neurotóxico provocando la excitación neurológica y un aumento de sodio. Expongo un dato que me parece importante la OMS recomienda la ingesta máxima de 2 gramos diarios de sodio y la realidad del 90% de niños ingiere unos 3,5 gramos diarios aproximadamente, esto supone que puedan padecer enfermedades cardiacas. Además, la sal es un aditivo natural que cuando se consume en exceso provoca un aumento de la dopamina y orexina este aminoácido y el neuropéptido incrementan la sensación de placer y recompensa.
Este tipo de comida es muy accesible, barata, con diversidad de sabores y de fácil preparación por lo que muchos hogares recurren a ella comprometiendo la salud familiar.
La televisión es un escaparate goloso para los niños, los anuncios atractivos de comida basura repleta de anti nutrientes encandilan esa población.
En mi opinión deberían estar totalmente prohibidos estos anuncios, es cierto que no obligan a nadie a consumir, pero tal como está conformada la sociedad de hoy en día el niño que no come bollería o un batido de chocolate o un zumo en un pequeño brick por poner unos ejemplos queda excluido del grupo, es un niño diferente quizás porqué tiene unos padres que son totalmente consientes que con esos mal llamados alimentos están envenenado a su hijo.
No nos engañemos y abramos los ojos a todo este tipo de alimentación que es puro marketing respaldado por unas grandes multinacionales que poco o nada les importa la salud de la población.
La implicación de la familia, los colegios y los educadores es fundamental para erradicar esa epidemia de nuestra sociedad.
Algunas consecuencias de la obesidad en un niño:
Riesgo a desarrollar una diabetes tipo II
- Colesterol alto
- Tendencia a fatigarse
- Trastornos del sueño con apneas
- Problemas óseo y articulares
- Baja autoestima incluso depresión
- Síndrome metabólico
¿Cómo prevenir el sobrepeso o la obesidad infantil?
Lo primero predicar con el ejemplo y eso quiere decir que la familia es la que debe cambiar los hábitos de alimentación y practicar algo de ejercicio físico.
Limitar a los niños el tiempo que están delante del ordenador, la consola o la televisión animarlos a que jueguen con otros niños o hagan ejercicio.
No recompensar a al niño ofreciendo golosinas.
Cuando un niño no quiere comer y rechaza la comida seguramente será puntual no intente que coma a la fuerza y no castigue al niño por este comportamiento ya comerá en otro momento, solo si esto se alarga en el tiempo acuda a su pediatra. Estas conductas se pueden convertir en complacencia hacía los padres, pueden pensar que si comen los van a querer más y de una manera inconsciente se queda anclado en el cerebro.
- Procurar que en casa haya alimentos saludables como frutas, frutos secos, las frutas desecadas que son una buena alternativa para sustituir las golosinas, son muy dulces y nutritivas.
- Todos los alimentos procesados como los cereales de desayuno, galletas, fiambres, snacks, sopas preparadas contienen exceso de sodio muy perjudicial para la salud, hay que tenerlo en cuenta.
- Planear un menú semanal dónde prevalezca verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y no hacer abuso de proteína animal.
- Que sus tentempiés sean fruta o bocadillos saludables. Nunca bollería.
- Acostumbrar al niño a beber agua y zumos naturales, nunca refrescos ni colas.
*Es muy importante que el pediatra vigile la evolución del peso en el niño y que los padres y maestros estén pendientes de su actitud, son frágiles emocionalmente muy sensibles a los insultos y a los desprecios, ellos no tienen la culpa de tener un hambre excesiva y desconocen la importancia de comer alimentos saludables.