Hemos entrado de lleno en primavera y acabamos de salir de la Semana Santa y casi seguro que necesitas un poco de continencia gastronómica.
Este plato es muy sencillo, pero no por ello deja de ser sabroso, podrías regarlo solamente con un buen chorro de aceite de oliva, sin embargo he querido hacer una vinagreta que le dará un toque diferente al que quizás estés acostumbrado.
Las judías son hortalizas altamente saludables porque resultan ser depurativas, saciantes y ligeras, muy ricas en minerales y vitaminas, destacando la vitamina C y las vitaminas del grupo B especialmente la B6 y la B9 más conocida como ácido fólico tan recomendado para las mujeres embarazadas.
Las patatas a veces son demonizadas sin fundamento en las dietas. No le hagas ascos con lo riquísimas que están y todo lo que te aportan, por ejemplo destaco su poder saciante por el almidón que ayuda a controlar los indices glucémicos sobretodo si las dejas enfriar unas horas ya que sus azucares se convierten en almidón resistente.
Son ricas también en vitaminas del grupo B, La B1, B2 y el ácido fólico y destacaremos el aporte significativo de potasio que te ayudará a la retención de líquidos si este este tu caso.
¡Vamos a la receta!
Para la vinagreta:
Mientras, prepara la vinagreta:
Una vez cocidas las hortalizas las escurres y en una sartén pon un poco de aceite de oliva y los dientes de ajo laminados.
Saltea en el aceite bien caliente.
Dispón en una fuente las verduras y rocías por encima la vinagreta.