Después del verano la mayoría de nosotros tenemos la piel un tanto estropeada, el exceso de sol, el cloro de las piscinas, el descontrol con la comida y bebida, todos estos factores y algunos más hacen que la piel parezca estropeada, deslucida, para recuperar una piel tersa, nutrida y sana el mejor remedio es ingerir a través de la comida los betacarotenos
Los betacarotenos son unos pigmentos naturales de color amarillo y rojizo que forman parte de algunas frutas y vegetales, provienen de los carotenoides que son un tipo de flavonoides.
Estos pigmentos son los precursores de la vitamina A, cuya transformación en dicha vitamina se produce en el hígado y el intestino delgado.
Los betacarotenos sirven para:
- Función antioxidante.
- Función inmunoestimulante.
- Protector y regenerador de la piel y mucosas.
- Protector digestivo.
- Protector de la visión.
- Protector cardiovascular.
Los carotenoides protegen y luchan contra los radicales libres que se producen por la oxidación metabólica y por la contaminación exterior, son buenos aliados para luchar contra el cáncer y otras enfermedades.
Sus propiedades antioxidantes los hacen idóneos para que no provocar trombos y que la circulación de las arterias sea óptima.
Aumentan las defensas a través de la estimulación de los linfocitos.
En cuanto a la piel decir que contribuyen a su protección frente a los radicales libres de los rayos solares, nos dan un aspecto sano, una piel bronceada y brillante. Protegen el colágeno que nos que nos permite lucir una piel tersa y sin arrugas.
Los alimentos que contienen más betacarotenos son:
- Zanahoria
- Boniatos
- Pimiento rojo
- Tomates
- Nísperos
- Calabazas
- Mangos
- Caquis
- Papaya
- Melocotones
- Nectarinas
- Albaricoques
- Fruta secas (orejones, pasas, goji..)
- Espinacas
- Borraja
- Verdasca
- Diente de león
Algunas verduras de hoja verde también los tienen, pero no pueden verse por la cantidad de clorofila que contienen.
Es interesante saber que si tomamos los betacarotenos que son pro vitamina A tenemos doble beneficio, por un lado aportamos antioxidantes y por otro los convertimos en la propia vitamina A o retinol.
La vitamina A de origen animal no contiene los antixidantes.
